Final del Mundial |
noticia leída 331 veces desde 04/01/2022 |
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Todo preparado para disfrutar de esta gran final. Ambas aficiones quisieron esperar los autobuses de sus selecciones, pues necesitaban darle la energía suficiente desde el minuto 0. El cortejo era de los que marcaba época, pues apenas podían avanzar entre la multitud de aficionados que arengaban a los suyos.
El estadio iba llenándose poco a poco, nadie quería perderse el ambiente ni dentro ni fuera del estadio, era un día para soñar, un día para recordar, un día para que nunca se te borre de la mente.
El calentamiento lo utilizaron los jugadores para estirar, para tocar el balón de la final por primera vez y para tener la primera toma de contacto con el césped. Las aficiones también aprovecharon el calentamiento para preparar sus gargantas.
Por fin salían al césped los 22 protagonistas del día de hoy. Era turno para los himnos de cada selección. El primero en sonar fue La Brabanzona, el himno nacional belga, pues éstos jugaban hoy de local. La afición belga se levantaba de sus butacas, unas butacas que casi nadie utilizó durante el partido, pues el partido había que vivirlo de pie. La afición holandesa aguardaba su turno y lo hacía con un silencio muy respetuoso, pues era turno de que sus vecinos disfrutasen su momento. Con el himno de Bélgica terminado era turno del himno holandés, era turno de escuchar el himno más antiguo del mundo, el himno dedicado a Willem van Oransje, Guillermo para nosotros. Misma escena pero al revés. Los aficionados belgas callaban y respetaban ese himno, mientras que los holandeses enloquecían y dejaban su garganta para levantar a su equipo en volandas. Con todo cerrado tan sólo quedaba jugar, quedaba lo más importante, que el balón se pusiese en juego. El colegiado repartía suerte y dejaba a Bélgica poner el balón inicial en juego. El partido empezaba con varias jugadas por ambos bandos, pero Bélgica parecía tener la voz cantante. Las mejores jugadas venían del lado local, del lado belga, mientras que Holanda guardaba su oportunidad atrás. Tras varios ataques iba a llegar la jugada decisiva. Balón por la banda derecha de Bélgica que llegaban hasta casi el córner, desde ahí un gran centro que la defensa holandesa repelía momentáneamente, aunque el balón quedaría en la frontal del área. TINTIN lograba enchufuar el esférico de primeras y la ponía en el fondo de las mallas. El guardameta no pudo reaccionar, pues su defensa le tapaba la visión, y Bélgica enloquecía. El gol era celebrado en todo el país y Bélgica veía el oro un poco más cerca. Holanda no iba a permitir tal hecho y aquí fue cuando empezó a demostrar el porqué habían llegado a las finales. Holanda comenzó a dominar el partido, en busca de ese empate que comenzaban a merecer. Poco a poco Holanda buscaba la meta rival y Bélgica se encerraba un poco más. Pasada la primera media hora de juego iba a aparecer la estrella holandesa, una estrella que no había brillado hasta las rondas finales y como tal no quería faltar a demostrar su mejoría. El balón le llegaba a él, logrando driblar a su marca, colocándose el balón en su pierna buena y no perdonando la ocasión. Lebowsky fc ponía la igualada en el marcador, un resultado que hacía justicia visto lo visto hasta ahora. A partir de aquí Bélgica se vino un poco para abajo y Holanda quería aprovechar la oportunidad. Los visitantes comenzaban a tener las mejores ocasiones, mientras que los belgas parecían pedir el tiempo de descanso, un tiempo que se le haría eterno. Llegaba el minuto 47 y el árbitro señalaba el merecido descanso, un descanso que serviría para reponer fuerzas y para escuchar a los seleccionadores. El partido comenzaba y Bélgica parecía mejorar un poco pero las ocasiones holandesas encogían el corazón belga. Cuando mejor se encontraban los locales llegaría el momento de que el balón llegase a los piés de Los Kevins. Uno de los goleadores holandeses no iba a perdonar la ocasión e iba a remontar esta final para los suyos. Holanda entera se desataba y la fiesta era mayor a la que los holandeses tienen el día de la reina, pues la locura se desataba en cada rincón de este pequeño gran país. Bélgica no caía y seguía en busca del gol. Por la otra parte Holanda seguía atacando y el gol podía llegar por ambos bandos. Bélgica necesitaba empatar el encuentro, mientras que Holanda se olvidaba de defender, pues su meta era sentenciar el choque. Cuando te olvidas de defender ante una selección como la belga tienes que acostumbrarte a pasar miedo, un miedo que llegaba fundamentalmente desde las botas de un jugador, el jugador que se iba a convertir héroe de su país por unos minutos. Real OPC había perdonado varias, pero por fin le llegaría el momento de que su nombre saliese en todos los titulares de su país. Éste chutaba y el balón quedaba levemente desviado por la pierna de un defensa. Ese pequeño roce despistaría al guardameta holandés y volvería a poner la igualada en el marcador. El tiempo corría y ambos equipos seguían empatados. Las ocasiones seguían sucediendo minuto a minuto. Nosotros intentábamos de beber agua pues queríamos afinar la voz para cantar el gol de la victoria, un gol que no llegaría en estos 90 minutos. Con ese 2-2 nos teníamos que ir hasta la prórroga, pues nadie fue capaz de convertir una de tantas ocasiones logradas. La prórroga nos íba a dar otros 30 minutos más de emoción, otros 30 minutos más de sufrimiento para sus aficionados, por lo que unos iban a disfrutar y otros iban a sufrir. La prórroga no iba a ser tan desenfrenada como el partido, pero ambas selecciones seguían con la portería entre ceja y ceja, por lo que no iban a dar descanso a la defensa rival. Tras los primeros 15 minutos iba a llegar una leve pausa, pues nadie quería perder ese frenesis, ya que estaban a un sólo gol de hacerse con el oro mundial. Los 15 minutos restantes fue de un ritmo más pausado, pero cuando tienes dos miuras delante tuya ya sabes que no hay relajación alguna. Aún así el partido iba a llegar al minuto 120 y nadie pudo volver a desempatar el encuentro. Con el pitido final nos teníamos que ir a la loteria de los penaltis para conocer al gran ganador de esta final, una final que no había defraudado a nadie.
Los seleccionadores escogían a sus 5 tiradores, los 5 que estarían a un paso del éxito. Bélgica comenzaba a tirar. Bélgica tiraba y el balón chocaba con el palo (0-0) Holanda chutaba pegado al palo derecho y gol (0-1) Bélgica tiraba y la mandaba fuera (0-1) Holanda chutaba y el balón era expulsado por el palo (0-1) Bélgica chutaba y el guardameta rival detenia (0-1) Holanda podía sentenciar. Chutaba y balón fuera (0-1)
Llevábamos 3 tiros por cada uno y el resultado era de tan sólo 0-1 para los holandeses. En estos primeros 3 lanzamientos ambas selecciones parecen haber perdido la calidad que se les esperaba, la calidad demostrada en los 120 minutos de juego. La tensión parecía ser demasiada alta para que éstos futbolistas pudiesen controlar sus nervios. Era turno de ver los dos últimos lanzamientos de cada selección
Bélgica chutaba y el balón volvía a salirse tras tocar el palo (0-1) Turno para C.D. Aragon, que podía ser el héroe de esta tanda de penaltis. Eran 4 lanzamientos de los belgas, todos errados, por 3 de los holandeses. Era turno de ejecutar la 4ª pena máxima, era turno de darle el oro a los suyos o de seguir la tensión hasta el final. El jugador holandés tomaba carrerilla y ponía el balón en el lado contrario donde el portero se tiró. Gol para los holandeses y gol que ponía el oro para sus vitrinas.
Holanda corría a la esquina para celebrar el nuevo título con los suyos. Su 2º entorchado mundial hace lanzar a Holanda en el palmarés pasando, en muy poco tiempo, a ser una selección más a ser una de las más importantes del panorama futbolístico.
Holanda vuelve a ser la mejor selección de este mundial. Bélgica sigue a las puertas de su 5º título mundial, el cual se le resiste de hace varias temporadas.
Tras lo vivido sobre el césped debemos de agradecer a ambas selecciones por brindarnos una de las finales más ajustadas del momento. |
Rivas |
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